En el principio eterno el todo estaba en la conciencia universal, y su belleza era la luz que solo podía reflejarse en la oscuridad, entonces la creación brotó du su labios como un canto agradable al oído y diseminado en todo lo que vibra y respira a través de esa inteligencia insuperable.
Lo que siempre ha sido se pluralizó en billones y trillones d partículas y criaturas que están continuamente integrando y renovando lo que en apariencia desaparece ¿puede acaso la luz desintegrarse a sí misma, solo por estar en frente de la oscuridad, y por obedecer a su ley refractaria que está constituida en su propia naturaleza?
Yo el eterno, soy lo que continuamente muere, y en lo que continuamente muere, la vida se recrea a sí misma en el interminable proceso del caos y la armonía, de la luz y la oscuridad.
Federico Rojas Marín
Octubre de 2009
No comments:
Post a Comment